Cuando un curso comienza nuestra mente es una nube virtual de ideas, ilusiones, proyectos y sobre todo muchas ganas de iniciar el camino que tenemos por delante.
En la novela de Italo Calvino, El barón rampante, Cósimo di Rondó, su protagonista, después de unos pavorosos incendios que afectan a la región en la que vive comprende lo siguiente: “las asociaciones hacen al hombre más fuerte y ponen de relieve las dotes de cada persona, y dan una satisfacción que raramente se consigue por cuenta propia: ver cuánta gente honesta y esforzada y capaz hay por la que vale la pena querer cosas buenas.” De eso se trata: de ser una Comunidad Educativa viva. En la que todos, familia y escuela ponen sus mejores cualidades y virtudes al servicio de la educación de hijos y alumnos.
Una Comunidad Educativa que, en consonancia con el objetivo anual del colegio, defiende y practica unas relaciones interpersonales que se fomentan en el respeto y en el afecto.
Es nuestro deseo que recorramos juntos este itinerario de dificultades, necesidades, esfuerzo, aprendizaje e ilusión.
Lo mejor siempre está por venir.